Hay veces en que una fotografía analógica, simplemente, no te sale.
La toma que veis aquí es una que realicé cuando iba por la playa con la cámara de formato medio, Bronica ETRSi. Mi miedo a sacar a niños me hizo dudar en el momento del disparo. Salió desenfocada. Y me dio mucha pena porque la fotografía hablaba por sí misma. La infancia, la maternidad, la protección, las risas, los recuerdos. Una madre, un hijo y al fondo un velero. Todo eso estaba ahí, en esa fotografía desenfocada.
Pero ahora le doy valor porque conseguí transmitir todo lo que pretendía...