Para mí es un inmenso honor compartir este trabajo con vosotros.
Me llevé un año haciéndolo, mimándolo.
He dado forma a un sentimiento, creando hermosas combinaciones de color y forma, de movimiento y de rigidez, de ganas y de sueños.
Eso nos hace permanecer en un profundo letargo. Nos sentimos como flores congeladas: hermosas, rígidas, extrañas, frías...
Pocas veces podemos "arañar" algo de tiempo para sentirlo nuestro.
Imaginen que de repente alguien les regala todo el tiempo del mundo. A mí me pasó....